viernes, 9 de enero de 2015

NO SIGAIS FALSOS PROFETAS, NI A FALSOS DIOSES.




Cuántas veces hemos escuchado que al final de los tiempos tendremos que usar nuestro corazón para discernir sobre los falsos profetas? Que será nuestro corazón el que nos guíe a puerto seguro?

Primero tenemos que saber a qué esta conectado nuestro corazón. ¿Lo más importante para ti es hacer dinero? Ese es tu falso dios. ¿Lo más importante para ti es salir de este gobierno y sigues ciegamente a los políticos? Ese es tu falso dios. ¿Vives con la incertidumbre de lo que sera tu futuro y sigues fanáticamente a algún personaje en Twitter? Ese es tu falso dios. ¿No puedes dejar tu teléfono inteligente para ocuparte de nadie más? Ese es tu falso dios. ¿Pasas el día entero desesperado en los supermercados? Ese es tu falso dios. Has dejado una vida normal a un lado para seguir algo en específico? Ese es tu falso dios. 

Lamentablemente hay mucha gente que ha establecido como dios al dinero, este gobierno así lo ha propiciado. Sabemos que estamos bajo un mandato que utiliza las mismas tácticas que gobiernos tan malévolos y satánicos como el de Hitler y los Castro. En donde la vida de un ser humano no vale nada. Y aún asi, hay miles de personas que no quieren que esto acabe. ¿Por qué? sencillo, ¡porque tienen los bolsillos full de dinero! Desde el bachaquero hasta el que tiene empresas de maletín se estan lucrando de manera grosera, poniendo como punto central de su vida el dinero, olvidando que lo que mal llega, mal se va, olvidando que no es momento de soberbia sino de bajar la cabeza con humildad.

Que la humildad es para pobres pendejos? pobre pendejo el que así lo crea! Al único que debemos agradar es a DIOS! Confía en Dios y todo lo demás vendrá por añadidura. Llegarás al mercado en el momento en que esta llegando lo que necesitabas sin hacer mucha cola, alguien que conoces te dará lo que necesitas, te saldrá un dinero extra que no esperabas. Es así como Dios actúa. ¿Cuánto dinero se necesita para ser feliz?, pero al gobierno le interesa que desvíes tu atención de Dios para que entres en el círculo del mal: miedo, escasez, enfermedad, etc.

Veo a mi alrededor y hay gente pasando hambre y necesidad. Ayer vi a un viejito comprando recortes de jamón y perejil. Quería darle algo de lo que yo compraba, pero como no era un mendigo y era una zona más o menos pensé que podría ofenderse (en mi hambre mando yo!) y lo entiendo, pero que dolor me dio. Eso me llevó a pensar en el pecado tan grande que es comprarse cosas de marca o extravagantes en un momento en que tanta gente necesita, la familia, el vecino, tantos. Gastar el dinero en mi, en mi, en mi sin mirar alrededor. 

Es tiempo de bajar la cabeza con humildad, agradecer a DIOS lo que tenemos, honrar su nombre y ayudar a aquellos que podamos porque lo que estamos viendo: gente enferma, sin alimento, etc., así lo amerita. El que tenga ojos para ver que vea y quien tenga la humildad para mirar dentro de su corazón que lo haga. Quien tenga la bondad para pensar en otros que actúe! 

Les envío besos y bendiciones para que el Señor Único ilumine su camino, su corazón y su entendimiento.

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