viernes, 9 de marzo de 2012

Cada quien tiene la vida que merece

       A veces vemos a las personas y no entendemos por qué alguien a quien apreciamos o simplemente nos parece “una buena persona” tenga que pasar por todas las cosas que le ocurren.
       El otro día escuché a un profesor ecuatoriano decir: “eres responsable del cactus en el que te sientas” y me dio risa cuando imaginé lo que él estaba diciendo, pues no puede haber nada más incómodo y doloroso que sentarse sobre un cactus… ¿el cactus fue a perseguirte para colocarse debajo de ti o tu escogiste sentarte sobre él? pero, en serio ahora, él decía que si siembras una semilla de cactus no debes quejarte de sus púas.
       No nos damos cuentas de las elecciones que escogemos: te enamoras de un tipo que es el alma de la fiesta, pero no te gusta luego de que te casas que salga a parrandear (fiestear) solo y mucho menos que llegue borracho a altas horas de la madrugada. Cuando tus hijos ven llegar a su padre borracho te preguntas entonces ¿por qué no lo vi antes?. Tal vez quisiste disfrutar toda tu vida de las cosas que el dinero podía darte, pero ahora que estás llegando a la vejez te das cuenta que ni siquiera tienes algo que dejarle a tus hijos o peor aún, un lugar donde vivir porque si paras de trabajar no podrás pagar la renta y te echarán a la calle.
       La mujer que llora porque ya no tiene una familia, pero que le hacía la vida imposible al marido o se quejaba de llevar una vida que no le gustaba también es un ejemplo de eso.       
       La madre o el padre que entregaron la educación de sus hijos a los juegos electrónicos, no pueden renegar luego de que sus hijos no los quieren.  Lo llamamos conciencia. Disney lo llamó Pepe Grillo, pero es en resumen esa vocecita que nos dice que hacer y, que en muchas oportunidades y del nivel de conciencia, le hacemos o no caso.
       Entonces, si podemos cosechar “malo” por qué no tomamos conciencia y cosechamos “bueno”?
Debemos planificar nuestro futuro. Sentarnos a pensar qué deseamos para nosotros mismos y luego, poner todo nuestro corazón en nuestros sueños, nuestras manos en la obra y hacer que nuestras piernas caminen para lograr nuestros propósitos.
       No podemos quedarnos sólo en los sueños. No podemos sólo desear, porque podría pasarse el tiempo y quedarnos con un corazón roto, sueños deshechos y las manos vacías.
       Es necesario entender que la única persona que puede hacer algo por ti eres tú mismo. Que la única persona más importante en tu vida debes ser tú…. Y no me malentiendas, no se trata de ser egoísta, sino que nadie va a estudiar por ti, a trabajar por ti, a buscar las oportunidades para ti, a vivir sólo para satisfacerte y complacerte. Si quieres comer helado, deberás ir a buscarlo o al menos llamar a alguien para que te lo traiga, en cuyo caso deberás marcar el número telefónico para que eso ocurra.  Eso se llama acción!
       Nadie va a poner sus propios intereses a un lado por cuidar los tuyos. Esa es la razón por la cual debes ocuparte de ti, de mejorar como persona, como ser humano, como parte de una familia, como parte de la sociedad. Nadie puede hacerlo por ti. Y si no te quieres, si piensas que todos pueden estar antes que tú y si permites que con frecuencia cada quien te utilice para satisfacer sus necesidades (antes que las tuyas o incluso a veces en tu contra) sabrás que tienes la vida que mereces.


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